Mis alas
Escondidas en la profundidad de mi carne,
se abrían paso en mi piel, ocultas y temerosas asomaban,
desgarrando el tejido de mi ropa, mostrándose como si solas,
con su plumaje, con su aroma y todo su ser en el interior del mío
y eran mías, tan mías que con ella podía volar,
tan mías, que con ella podía doblar los cielos de la distancia,
cumpliendo sueños y fantasías.
Eran mis alas que batidas al viento cruzaban fronteras,
con su fuerza y la mía, con su resplandor y mi sonrisa,
éramos solo mis alas y yo yendo hacia ti,
a reunir mi mirada con la tuya y tu boca
y la mía,
nuestros besos y nuestros cuerpos,
todo en un solo movimiento, el de mis alas al viento,
que traspasadas por el sol van a darte calor, a darte alegría
y compartir mi vida con la tuya,
en derrames de suspiros, en derrame de caricias,
en un fin único,
nuestra compañía y nosotros.
Abre el cielo y mis alas se vuelven a asomar,
nuevamente su despliegue deslumbrante y el deseo de ir donde ti,
pero ya queda poco y el viento empieza a empujar mi vuelo,
ya queda poco para dejar de ser un sueño
y mi sonrisa dibujada en el viendo va llegando antes que mi cuerpo,
espero en un rincón mientras te pienso, mientras te quiero
y mientras te beso en mi oscuridad, que cuando amanezca iré donde ti
a sentir y aprenderte a amar y a amarnos
porque esta vez será en un para siempre.
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