martes, febrero 20, 2007

Mis alas



Escondidas en la profundidad de mi carne,

se abrían paso en mi piel, ocultas y temerosas asomaban,

desgarrando el tejido de mi ropa, mostrándose como si solas,

con su plumaje, con su aroma y todo su ser en el interior del mío

y eran mías, tan mías que con ella podía volar,

tan mías, que con ella podía doblar los cielos de la distancia,

cumpliendo sueños y fantasías.

Eran mis alas que batidas al viento cruzaban fronteras,

con su fuerza y la mía, con su resplandor y mi sonrisa,

éramos solo mis alas y yo yendo hacia ti,

a reunir mi mirada con la tuya y tu boca

y la mía,

nuestros besos y nuestros cuerpos,

todo en un solo movimiento, el de mis alas al viento,

que traspasadas por el sol van a darte calor, a darte alegría

y compartir mi vida con la tuya,

en derrames de suspiros, en derrame de caricias,

en un fin único,

nuestra compañía y nosotros.

Abre el cielo y mis alas se vuelven a asomar,

nuevamente su despliegue deslumbrante y el deseo de ir donde ti,

pero ya queda poco y el viento empieza a empujar mi vuelo,

ya queda poco para dejar de ser un sueño

y mi sonrisa dibujada en el viendo va llegando antes que mi cuerpo,

espero en un rincón mientras te pienso, mientras te quiero

y mientras te beso en mi oscuridad, que cuando amanezca iré donde ti

a sentir y aprenderte a amar y a amarnos

porque esta vez será en un para siempre.

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